Este proyecto se desarrolla en seis comunidades del área de Colosuca –Gracias, La Campa, San Marcos de Caiquín, San Manuel de Colohete, San Sebastián y Belén– en el departamento de Lempira, el más pobre del país centroamericano.
La mayor problemática social de la zona es la alta prevalencia de enfermedades provocadas por las condiciones materiales de vida, especialmente las carencias en las necesidades básicas de alimentación e higiene que predomina en la mayoría de los hogares y la insuficiencia de atención y equipamiento en los centros de salud existentes, que no son capaces de cubrir la demanda de la población.
La economía de subsistencia, con alta concentración de la tierra en pocas manos, hacen que la base de la dieta alimenticia sea débil y este comportamiento nutricional
asociado al déficit sanitario incide en el desarrollo psicofísico de los sectores más vulnerables, como son las madres embarazadas y los niños.
Llaman así la atención las altas tasas de mortalidad maternoinfantil, cuya diferencia con el resto del departamento de Lempira es bastante sensible y se incrementa más todavía si se compara a nivel nacional. Por ello, la meta específica de este proyecto es mejorar la salud materna y reducir su tasa de mortalidad en tres cuartas partes.
Solidaridad Internacional Andalucía trabaja para mejorar la infraestructura con la que cuentan esos servicios públicos de salud y la infraestructura higiénico- sanitaria en las aldeas para reducir la incidencia de enfermedades. Se ha construido un hogar materno-infantil en San Manuel de Colohete respondiendo a criterios de accesibilidad, incorporación de nuevas tecnologías y calidad del servicio –midiendo en todo momento el impacto ambiental en la zona– y se trabaja en la construcción del Centro de Salud de Plan de Limón.
Asimismo se trabaja para mejorar el nivel de conocimiento del personal de salud, sobre uso y mantenimiento del equipamiento, salud sexual y reproductiva, nutrición y uso de plantas medicinales para que puedan dar una mejor atención a los pacientes. Para ello, se están habilitando huertos medicinales y se ha iniciado el trabajo con los grupos de guardianes de salud de la zona de influencia de cada uno de los centros, para que difundan en cada una de sus aldeas enseñanzas sobre salud preventiva, higiene personal y comunitaria o nutrición, garantizando de esta manera la sostenibilidad de las acciones realizadas.
