Marruecos se sitúa en una importante posición en el Indice de Desarrollo Humano, comparado con otros países africanos. Sin embargo, esta posición es relativa. El 20% de la población vive aún en estado de pobreza, y un 30% adicional vive en situación de vulnerabilidad a la pobreza. El ingreso medio anual urbano es de 48.300 dh (dirhams), mientras que en la zona rural es de sólo 35.000 dh (unos 3.500 euros).
La tasa de analfabetismo alcanza el 48%, siendo las mujeres quienes presentan los niveles más bajos. La sequía de los últimos 5 años ha provocado una crisis aguda para cerca del 40% de los marroquíes que dependen de la agricultura para su supervivencia. Esta situación ha provocado una masiva emigración hacia centros urbanos.
Se calcula que un 22% de la fuerza de trabajo en Marruecos está desempleada. La fragilidad de la economía ha limitado la capacidad del gobierno para reducir el desempleo, la pobreza y las enfermedades de manera efectiva; por ejemplo, el gasto público dedicado a la salud se sitúa en el 1.2% del PIB.
El primer caso datado de SIDA en Marruecos fue en 1985, y desde entonces se ha producido un aumento paulatino en el número de casos. A finales de 2004, se contaban 1.365 personas afectadas por el SIDA (Según datos de ONUSIDA, se cree que el 0,1% de la población adulta es seropositiva).
Durante el 2003, se detectaron 350.000 casos de enfermedades por transmisión sexual. El 75% de los casos eran mujeres. Las personas infectadas con virus HIV son a menudo vistas por la sociedad como si hubieran cometido un crimen y, por lo tanto, merecedoras de un castigo divino. La organización internacional Alliance y AMSED iniciaron el Programa PASA/SIDA en 1996, con el objetivo de movilizar la respuesta comunitaria al VIH/SIDA mediante el apoyo técnico y financiero a organizaciones de desarrollo marroquíes para llevar a cabo actividades de prevención. Durante los primeros años, la mayoría de los proyectos se dirigían a la población en general. Desde 2001, el programa se enfoca en grupos vulnerables específicos, utilizando enfoques participativos que se han demostrado imprescindibles para la comprensión del fenómeno y para la propiciación del cambio de actitudes.
La característica distintiva del proyecto es que busca facilitar el acceso de las poblaciones en alta vulnerabilidad a servicios de prevención y atención del VIH/SIDA y ETS. Estos servicios están bastante limitados en las grandes concentraciones urbanas y peri-urbanas y prácticamente son inexistentes en muchas zonas rurales. Esta situación incrementa las condiciones de vulnerabilidad de esas poblaciones por lo que el conjunto de socios del proyecto ha detectado la necesidad de llevar la prevención y estos servicios a una mayor escala.
La propuesta del proyecto -fortalecer e incrementar las capacidades de respuesta de las organizaciones asociadas-, parte de esta necesidad, y se enfoca a poner énfasis en la expansión y la mejor calidad de las intervenciones en beneficio de los más desfavorecidos. Esta iniciativa buscará incrementar el entendimiento de sus socios respecto del concepto de vulnerabilidad, identificará a las poblaciones vulnerables y las áreas de intervención, y refinará los enfoques; estrategias y herramientas prácticas que dan como resultado una calidad mayor y benefician a un mayor número de personas. Uno de los importantes eventos de este proyecto es la celebración del I Forum Nacional sobre SIDA a finales de marzo de 2007, al que asisten más de 30 organizaciones locales.